Queridos amigos, hoy les traigo a nuestra Taberna una canción que no sólo ruge con guitarras y pólvora, sino que además arrastra una historia que conecta imperios, islas y decisiones que cambiaron el mundo para siempre.
Se trata de "Back to Iwo Jima", de la banda sueca Civil War—formada por exmiembros de Sabaton—, y créanme que la letra tiene más peso que muchos libros de historia.
Pero antes de irnos de cabeza al Pacífico, hagamos una escala rápida en el año 332 a.C., con un tipo que no sabía perder: Alejandro Magno. El joven macedonio se topó con una ciudad-isla llamada Tiro, amurallada, rodeada de agua y bien defendida. ¿Qué hizo? Decidió construir un maldito dique desde la costa hasta la isla. Piedra a piedra. Bajo flechas, fuego griego y todo lo que les tiraban desde arriba. Seis meses después, entró, arrasó y dejó una lección grabada a fuego: a veces, conquistar un pedazo de tierra cuesta más sangre que lo que parece valer. Pero una vez que arrancás, no hay vuelta atrás.
Ahora avancemos un par de milenios.
Año 1945, la isla se llama Iwo Jima y los que están por desembarcar no son hoplitas, sino marines estadounidenses. Enfrente, soldados japoneses metidos como topos en túneles volcánicos, listos para morir antes que rendirse. Duró más de un mes la carnicería. Murieron miles. Y ahí fue cuando los que tomaban decisiones en Washington—al ver el precio de una isla perdida en medio del Pacífico—se preguntaron:
"¿Qué va a pasar cuando intentemos invadir Japón mismo? ¿Cuántos van a morir? ¿Millones?"
Y entonces... lo sabemos. Hiroshima y Nagasaki se convirtieron en el final más brutal de esa lógica: si conquistar Tiro costó seis meses y sangre, mejor destruimos todo desde el aire antes de intentarlo de nuevo.
Y acá es donde entra Civil War con su tema. No hacen un canto a la gloria ni al heroísmo vacío. Lo que nos entregan es el grito ahogado de un soldado que no puede dormir. Que vuelve cada noche, en sueños, a esa isla maldita:
"I wake up every night and I scream after light
As I feel Iwo Jima again."
No hay redención. No hay desfile. Sólo fuego, recuerdos y un eco que no se apaga.
Así que, amigos, los invito a escuchar esta canción, no como quien busca adrenalina en un riff, sino como quien escucha el murmullo de los que cargan con lo que otros prefieren olvidar.
Suban el volumen. Sirvan otra ronda. Y que retumbe en los muros de la Taberna este grito que vuelve… Back to Iwo Jima.
Qué buenas canciones tiene Civil War. Yo llevo algunas semanas obsesionado con “Rome Is Falling”.
ResponderEliminarPor otro lado que buen vocalista es Nils Patrik, tengo muchas ganas de que saque algo nuevo con Wuthering Heights.
Si, completamente de acuerdo, Nils es una bestia cantando. Además de Wuthering Heights que mencionaste hay varios discos de Astral Doors que son buenísimos... justo estaba por traer una canción de ellos a la taberna.
EliminarSí, también son muy buenas canciones... pero urge algo de WH, llevan 15 años sin nada nuevo, pero en fin. Su proyecto solista también es muy bueno, hace poco me di el tiempo para poder escucharlo.
EliminarSaludos y que siga la buena música en la Taberna.
Su proyecto solista lo escuche muy por arriba y no se por qué pero me sonó a Jorn Lande... sus voces no son parecidas, lo sé, pero algo llevó mi cerebro en esa dirección... tendré que escucharlo detenidamente...
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