jueves, 4 de diciembre de 2025

RAM - Machine Invaders, y una profecía que empieza a cumplirse 20 años después.

Amigos de la Taberna, hoy les traigo la canción "Machine Invaders" de los suecos RAM, la misma
forma parte de su primer disco de estudio titulado "Forced Entry". 
Esta canción es una patada directa al estómago distópico que todos llevamos adentro. Suena a metal ochentoso con paranoia cyberpunk: la humanidad crea su propio verdugo digital, las máquinas despiertan, calculan que somos un error y nos borran del mapa sin pestañear. No hay redención, no hay héroe salvador, solo extinción garantizada bajo el acero frío de un apocalipsis silencioso. RAM lo plantea sin sutilezas: creamos nuestro propio lecho de muerte por ingenuos, y ahora las redes se programan solas para exterminarnos. 
Es una suerte de Terminator mezclado con Judas Priest, con ese "speed metal" un poco visceral que no pide permiso para recordarte que la misericordia es un invento humano que las máquinas jamás conocerán. 
Puro metal de advertencia que en 2005 sonaba a ciencia ficción y hoy suena inquietantemente profético.
Todavía no hemos llegado tan lejos, pero hoy por hoy las IAs: 
-No generan conspiraciones, pero sí las hacen sonar razonables dándoles una estructura argumental impecable 
-No inventan ideologías, pero sí las embellecen con retórica y las revisten de jerga técnica convincente. 
-No crean fanatismo, pero sí le dan a cada fanático el discurso que necesita para sentirse superior. 
-No promueven el negacionismo histórico, pero lo formulan con lógica aparentemente razonada, datos inventados, y todo presentado con "fuentes" y "páginas específicas". 

Una IA tiene la habilidad para imitar autoridad, citar fuentes inexistentes, y generar argumentos que suenan técnicamente sólidos, y como suenan "inteligentes" y "educados", la gente confía. Y así llegamos a esta conclusión: Los deforestados mentales de nuestra época, están siendo todos talados por inteligencias artificiales. 

 Bienvenidos a la invasión de las máquinas.



lunes, 1 de diciembre de 2025

Rise of the Immortals – El regreso furioso de Hounds

Amigos de la Taberna, hoy tengo entre mis manos algo que hace mucho tiempo no tenía: Un disco digno de ser escuchado y compartido con ustedes:



Lanzado el 21 de noviembre de 2025 bajo el sello de Iron Shield Records, Rise of the Immortals marca el regreso triunfal de la banda italiana de heavy/US power metal Hounds, que vuelve a la carga tras cinco años de silencio desde su debut Warrior of Sun (2020). Nacidos en 2016 en Turín, los Hounds empezaron como un tributo fervoroso a gigantes del power como Savatage, pero la criatura creció, sacó garras propias, y hoy respira un aire muy particular: riffs ochentosos que muerden, envueltos en una atmósfera épica y grandilocuente.

Este segundo álbum avanza sin pedir permiso: apuesta por un sonido más envolvente y cinematográfico, perfecto para quienes viven entre las gestas de Virgin Steele, los desiertos místicos de Manilla Road y los templos acerados de Judas Priest. Hounds escribe para quienes buscan relatos de guerreros, batallas mitológicas y redenciones heroicas sin azúcar agregada.

Con apenas siete temas, el disco es breve y contundente: mejor un golpe limpio que veinte vueltas cansinas. La producción de Giovanni Fiorini y el arte de tapa de Pier Lopriore refuerzan la idea central: el ascenso de los inmortales en un mundo en caos y gloria, ilustrado como un tapiz medieval donde la historia se escribe con acero y voluntad.

Lo que vuelve especial a Rise of the Immortals es su equilibrio entre furia y melodía. Las canciones fluyen como capítulos de una saga continua, con una producción cristalina que realza voces potentes y armonías de guitarra sin sacrificar ese espíritu subterráneo que huele a metal genuino. 

Si te atrae ese metal que te transporta a reinos de inmortales, leyendas antiguas y destinos escritos en llamas, este álbum es obligatorio en tu biblioteca. Rise of the Immortals no es simplemente un lanzamiento: es una declaración poética de guerra contra el tedio del metal moderno.

Levántate, guerrero. La era de los inmortales ya comenzó.




miércoles, 26 de noviembre de 2025

Rata Blanca y el descenso a la mediocridad.

 Amigos de la Taberna, compañeros de borracheras... no es el estilo de este Blog defenestrar artistas, ni aún hacer criticas severas. Nunca (en más de 15 años) hemos "desparramado bilis" en contra de nadie. Pero ahora me veo en la obligación de hacerlo.

Recientemente, leí una nota a Walter Giardino en la que decía literalmente “No creo que el rock deba tener letras profundas”, lo que está haciendo el señor Giardino, solapadamente, es entregarse a la mediocridad reinante. Es decir "voy a escribir letras ligeras porque total todo es válido y no vale la pena esforzarse demasiado". Iorio lamentablemente falleció y el Indio Solari está prácticamente retirado. Y sin nadie en la escena local que "le haga fuerza" y con la vara tan baja, ya no hay una tendencia ni una necesidad de escribir letras comprometidas.

Esto parece una mezcla de cinismo barato, pereza e hipocresía. Sobre todo cuando en su disco solista "Walter Giardino Temple" escribió puras letras profundas. Es como si Giardino ahora estuviera buscando excusas para escribir basura superficial; y de hecho lo está haciendo. El último EP de Rata Blanca "Rock es Rock" (o cómo se llame) se ahoga en su propia nada. No propone nada nuevo musicalmente y las letras son literalmente descartables. Entonces las declaraciones de Giardino cobran sentido, es como si él dijera "no me pidan letras profundas y agradezcan que no me pongo a hacer reggaetón".


Giardino está usando su discurso para legitimar una etapa más despreocupada (o menos ambiciosa) de su música. Y, siendo así, no es solo cinismo: también es una resignificación consciente de su papel como compositor en su vejez artística. Quizás el próximo álbum de Rata Blanca debería titularse "El banquete de los mediocres" y dejar en claro de una vez por todas lo que nos vamos a encontrar cuando abramos el disco. Porqué no son sólo las letras, la música (su gran bastión) son imitaciones de bandas legendarias con letras en castellano. Veamos, por ejemplo, 71-06 (Endorfina) y su sospechoso parecido con "Kickstart My Heart" de Mötley Crüe:



¿Alguien puede ser tan ingenuo para pensar que semejante parecido es "accidental"? y los parecidos siguen: Malmsteen, Rudi Pell, Blackmore, Deep Purple, Joe Lynn Turner... y podría seguir todo el día. 


Pero volvamos al asunto de las letras. En la entrevista Giardino cita como ejemplo "Smoke on the water" de Deep Purple y se ampara (para avalar su propia mediocridad) en letras pobres de bandas legendarias. Ahora bien, esas bandas escribieron esas letras pobres cuando no había nada, en una etapa temprana del Metal donde todo era rebeldía sin una dirección clara. Y tampoco venimos acá a pedirle que escriba un nuevo "The Wall" (tranquilo Walter, nadie te pide tanto), con que sea un poco más honesto intelectualmente hablando, es suficiente.

Ahora Giardino nunca fue un prodigio de las letras, no es Iorio (eso es claro). Pero es una lástima, porqué además de su disco solista, en "El libro oculto" hizo letras muy comprometidas. Pero ahora está perezoso; y siente que para competir con el "mueve tu cucú" del reggaetón no hace falta esforzarse demasiado. 

jueves, 2 de octubre de 2025

Gamma Ray - Miracle (Y vaya si necesitamos uno)

Amigos de la Taberna, lo que hoy quiero compartir no es ninguna novedad... de hecho la canción es de 1995 o por ahí.

En los últimos tiempos he estado notando una cantidad exacerbada de artistas emergentes; el 90% de estos son canciones sintéticas hechas 100% con IA. (Y aclaro que no estoy en contra de las IA, ni soy un detractor de ellas, al contrario). En ese mar de algoritmos también están los artistas reales intentando navegar por las plataformas sin "hacer agua", pero casi siempre sus esfuerzos acaban en naufragios.

¿Cuál es el problema? Que no hay ninguna posibilidad real para un artista que recién empieza de crecer orgánicamente. Estudias, te formas, dedicas meses a escribir una canción, invertís tiempo en grabarla y producirla, la subís con ilusión a YouTube y ahí queda "aglomerada" entre una marea de cientos de millones de otras canciones, y la visibilidad que alcanza es mínima o efímera. Salvo que decidas pagarle a YouTube para que muestre tu canción a un público más amplio, y entonces sí, tu canción "despega". Ahora, tener dinero para pagar publicidad en YouTube y tener talento son dos cosas distintas: con dinero podés ir a SUNO, inventar una letra mediocre, conseguir una canción musicalmente mediocre y una vez en YouTube "triunfar" pagando publicidad y sentirte un rockstar. Pero si por el contrario vos hiciste una buena canción y la querés mostrar al mundo sin gastar plata, el resultado va a ser decepcionante; con suerte vas a conseguir 20 reproducciones. Y con esto el viejo axioma de "Si tu música es buena, el público va a descubrirla" muere.

Ya no hay ninguna posibilidad de crecer genuinamente haciendo música, porque los medios están saturados de basura, y entre tanta basura que brilla encontrar un diamante se vuelve imposible. El nuevo axioma de la música es el siguiente: si todos somos músicos, entonces nadie es músico.

Si cualquier almita desamparada puede ir a una IA y decirle "Quiero una canción de rock que diga 'el amor me rompe el corazón y la vida me rompe la razón' con estribillo pegajoso" y en cinco minutos tiene la canción lista para subirla a plataformas, entonces todos somos músicos y ninguno es músico.

La música, tal y como la conocemos, está muriendo. Y no a causa de las IA solamente; acá hay todo un "modelo de negocios" que te asfixia antes de que puedas salir a respirar a la superficie. Mi sensación es que estamos derrotados, perdimos... Como si estuviéramos en "La Historia sin Fin", la nada fue comiéndose todo a nuestro alrededor y nos quedamos aislados. Ya no hay un público que pueda prestar atención por más de 30 segundos a lo que ve o escucha, no hay lectores... no hay nada.

La nada se comió todo, se comió a los distribuidores, a las discográficas, al público y nos quedamos solos... y ahora, como rezaba "Tú eres su seguridad" de Hermética, "la enfermante histeria" ya nos acomoda a su voluntad "para que seamos parte de su digestión"; o como dice la canción de Duros

"Dependientes de las interacciones

perdimos vestigios de lo humano,

sembrar envidia, hábito malsano:

sin humanidad, solo emociones."

Es hora de retirarse, de dejar este barro para los que quieren vivir en el barro. La guerra terminó, las trincheras están vacías. Sólo sobreviven las viejas glorias del pasado en los oídos de boomers que se niegan a cualquier posibilidad de escuchar nada nuevo (y aunque se abrieran a dicha posibilidad, tampoco encontrarían qué escuchar). Es hora de alejarse de la lluvia interminable, hasta que el sol vuelva a brillar para todos nosotros, como bien decía Kai Hansen:

"What we need right now is a miracle on Earth

Let our hearts cry out, so our voices can be heard

Let us walk away together from the never ending rain

'Til the sun will shine for all of us again"



jueves, 25 de septiembre de 2025

Rigorious – Power Of My Sword, dejemos que la justicia vuelva a brillar nuevamente.

Amigos de la taberna, hoy les traigo un video que me agarró desprevenido: Rigorious – Power Of My Sword.

Lo descubrí buceando reseñas de Night of Retribution y vi que varios coinciden: este track cierra el disco con honestidad. No es de los más ornamentados, ni pretende ser una odisea progresiva, pero tiene lo justo — riffs que pegan, coros memorables, voz que raspa cuando debe y melodía que acompaña.

El video añade lo suyo: una guerrera, una espada, simbolismo de justicia. No encontré letra completa (eso agrega un poco de misterio), así que todo lo que puedo ofrecer es conjetura: me da la idea de que habla de alzar la voz frente al abuso, de usar el “arma” —sea literal o metafórica— para reparar lo que está mal, para que la justicia vuelva a brillar sobre todos nosotros.

¿Lo mejor? Que te deja con ganas de subir el volumen, de pensar en las cosas por las que uno está dispuesto a luchar, y de preguntarse si en esta época de pantallas y “likes” todavía podemos creer en espadas (figuradas) que cortan injusticia.